A la hora de trabajar la vaina para mejorar nuestra recarga este paso es uno de los mas desconocidos.
Lo mas habitual es hacer el oído del pistón para quitar las rebabas que se puedan haber quedado a la hora de fabricar la vaina, pero en el mismo momento que se hace ese agujero y se hace el hueco donde se coloca el pistón.
Este hueco se fabrica por extrusión, es decir, una barra con la medida del ancho del pistón se empuja en el culo de la vaina y forma el agujero. Este proceso, aun que preciso, no lo es con la precisión que se busca en competición.
Cuando se presiona el asiento del pisto puede quedar con cierto angulo, dicho con otras palabras, el asiento del pistón no queda recto.
Al empujar con nuestra empistonadora el pistón apretamos con fuerza hasta que el pistón hace tope. Si el asiento del pistón no es perfectamente perpendicular al eje de la vaina el pistón puede quedar algo torcido, recordar que hablamos de milésimas de pulgada. En el momento del disparo, cuando la aguja golpea el pistón, este se inicia y suelta la llama que iniciara el quemado de la pólvora.
Si dejamos el hueco del pistón perfectamente plano esta llama saldrá siempre perpendicular al eje de la vaina, si el asiento del pistón no esta bien, la llama saldrá con cierto ángulo. Si la pólvora no llena nuestro cartucho esta podrá quemar la pólvora de forma diferente provocando variaciones de velocidad.
Existen unas pequeñas herramientas con unas cuchillas en el cabezal y del diámetro del pistón que se comeran levemente una parte del asiento del pistón para dejarlo perfectamente alineado con la vaina.
En la siguiente imagen se puede ver un pequeño brillo de como queda la vaina después de que se le haga el asiento del pistón. Para este trabajo recomendamos utilizar un taladro eléctrico ya que requiere de fuerza para presionar la vaina contra la herramienta y lleva mucho tiempo. Esta labor solo se le hace una vez en la vida de la vaina.