
Video entrenamiento sniper 1992

Un corto video sobre los sniper de la OTAN. Esta en ingles, pero seguro que las imagenes te gustan!
En las películas los llaman francotiradores, pero son tiradores de precisión del Ejército de Tierra. Su principal misión es la de dar protección en situación de combate. Un equipo de tiradores está formado por dos personas: uno es el tirador y el otro, el observador. Este último mide la temperatura, la humedad, la velocidad del viento, la dirección de este, y la distancia hasta el objetivo.
“Es un trabajo muy estresante porque tenemos que tener las ideas muy claras de lo que queremos hacer para poder tomar la decisión correcta a la hora de disparar”, afirma el cabo Ñáñez, tirador de precisión de la Brigada Paracaidista de Madrid (BRIPAC).
El sargento primero de la BRIPAC José Andrés Rego González visita el programa para explicar su trabajo.
El término, «la Lectura del Viento» engaña. Un título más apropiado podría ser » la negociacion táctica de condiciones de viento que varían y la limitación de sus efectos negativos sobre el vuelo de la bala. » En este artículo hablaremos de alguna táctica y técnicas que realzarán sus capacidades de observar el viento y (con esperanza) conseguir unos puntos mas. Este artículo será dividido en dos secciones: La Parte Uno cubrirá los 200 metros y distancias de 300 metros. La Parte Dos (que saldra en otro articulo posterior) será dedicada a distancias de 600 metros.
Hay tantas dimensiones en la «lectura de viento » como distancias en la Alta competición. Su actitud táctica, o la filosofía, deben ser diferentes para los 200metros y para la distancia de 300 Metros de tiro rápido que ello serían diferentes tambien para el fuego lento a 600 Metros. En las etapas de fuego lento usted tiene la capacidad de ajustar la desviacion del viento tiro a tiro, utilizando la posición del tiro anterior como un indicador. Además, un cambio en las condiciones existentes puede ser identificado y ajustado antes del siguiente disparo.
Durante una tanda de tiro rápido estara permitido, en condiciones óptimas, dos disparos (en competiciones Americanas) para hacer una corrección antes de o durante la tirada: uno antes del comienzo de la tanda, y uno durante el cambio de revista (dianas). Esto requiere un acercamiento diferente al análisis de la condición de viento en tiradas de fuego lento. En la sección siguiente cubriré un poco lo básico, e intentaré describir el acercamiento que uso, tanto como entrenador como tirador, para centrar un grupo de tiro rápido.
Una vez en la linea de tiro, comienze a observar las condiciones. ¡No espere hasta el aviso, » Todo listo sobre la línea de tiro! » para tomar una decisión sobre el viento.
Al evaluar la dirección, el valor, y la velocidad del viento. Hay una serie de tablas de viento y fórmulas disponibles para determinar la cantidad de desvio horizontal requerido para compensar el efecto del viento sobre el vuelo de la bala. Su mejor estimacion debería ser comprobada con las de sus compañeros de tiro. Uno de los mejores instrumentos es el conocimiento (y los resultados sobre el objetivo) de sus compañeros.
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Un instrumento a menudo descuidado y mal entendido es el empleo de banderas de viento del campo de tiro. Inmediatamente antes de asumir la posicion de sentado o en decúbito prono, mientras esta de pie no sera capaz de utilizar su visor para ver el espejismo (efectos del viento en calima, reververacion, ramas, tierra… lo que se ve atraves del visor), sin embargo, sera capaz de ver las banderas de viento. Es importante correlacionar lo que usted puede ver en el espejismo con el comportamiento de las banderas. Alterne el mirar el espejismo de una condición sabida, y observar las banderas. Concentrado en los detalles. Centrate en el final o en la punta de la bandera. Un aumento sutil de la velocidad del viento no cambiará la altura y el ángulo de la bandera, pero esto causara efecto en la punta.
1. Una vez que ha identificado una condición, tanto en el espejismo como en las banderas, observe su duración. Debido a que se disparara la mayor parte de los tiros, sin hacer un cambio de viento, debe saber lo que pudiera derivarse de la variacion de la condicion predominante. Esto es lo que llamamos determinacion de un parentesis.
2. Los tiros de prueba, cuando esten disponibles, deberían ser usados para determinar el parentesis de la condición del viento. Una técnica es escalonar el intervalo de sus tiros: Haga su primer tiro como normalmente lo haria, y luego esperar hasta el cambio de condiciones – o antes de que expire el tiempo para realizar el segundo tiro de prueba. Esto le ayudará en la identificación de las condiciones más cercanas a su tanda de tiro.
Si hay probabilidad de un cambio en la condición del viento, un ajuste en la torreta de ajuste de viento podría suponer un compromiso entre una agrupacion perfectamente centrada y el daño que un cambio podría causar a dicha agrupacion. Una técnica que emplean tiradores experimentados en una condición cambiante es la de identificar » el lado seguro » del circulo del 10. Por ejemplo, si la condición observada está un «minuto» de viento por la derecha, con rafagas de dos «minutos,» un competidor inteligente podría centrar su grupo en el lado derecho del circulo del X/10 (V/10 o V/5 dependiendo de la diana). En caso de un pico de aire, la ráfaga de viento simplemente movería el grupo al centro del objetivo o a otro lado del circulo del 10. Obviamente, la eficacia de esta técnica esta determinada por su capacidad o abilidad de pegar un tiro en un pequeño grupo. ¡Esto debería ser un incentivo para entrenarse!
La anchura del circulo del 10 en el rifle buen rifle es dos minutos de ángulo. Teóricamente, una estimación de viento de menos un minuto del valor correcto debería causar «un pleno». En la práctica, la calidad de la estimación debe ser mucho más alta. La capacidad de un individuo de mantener la alineación de vista, el cuadro de vista, y una posición estable (con la exactitud del rifle) le determinará la cantidad de error disponible en su estimación de viento. ¡Otra vez, este hecho solo debería ser un incentivo poderoso para entrenarse!
El riesgo de hacer una corrección de viento durante el cambio de municion a menudo es más negativo que las ventajas, sobre todo con tiradores novatos. Un funcionamiento bueno y la capacidad de pegar un tiro a una agrupacion apretada son el origen del axioma de tirador: «Un buen agarre vale un minuto.» Por lo general, a no ser que vea claramente la agrupacion fuera del circulo del 10 en su telescopio terrestre, no ajuste sus visor durante el cambio de municion. Han ocurrido muchos desastres cuando un tirador a confundido una pegatina; un rasgón en el papel, o insecto por un agujero de bala.
Finalmente, aunque la lectura del viento sea una habilidad del tirador importante, su capacidad de dominar los fundamentos es el factor más importante en disparos de altas puntuaciones. Confiando en en su capacidad, comentando, hablando con sus compañeros tiradores, y concentrandose en los entrenamientos, las puntuaciones mejorarán.
Está claro que lo primero que debemos conocer del viento, para hacer una estimación correcta del mismo, es su comportamiento y movimiento. El movimiento del viento es muy parecido al del agua, en su acomodo a la orografía. Seguramente todos guardamos imágenes de como el agua discurre montaña abajo. Si nos fijamos vemos que no discurre en línea recta, sino que sortea los obstáculos eligiendo la trayectoria más fácil, serpenteando los impedimentos. Puede que en algún punto llegue a bifurcarse o que incluso retroceda de forma temporal. Pues el viento se comporta de forma similar y es necesario comprenderlo para poder ser precisos cuando lo calculemos.
Lo más importante a la hora de estimarlo, es tener siempre presente que las circunstancias que concurran en nuestra posición de tiro son irrelevantes. Por ejemplo, podemos estar apostados en el interior de un bosque observando una pieza en una ladera abierta. La incidencia del viento en nuestra posición es intrascendente, porque el bosque ofrece una protección contra el mismo. Si hacemos un análisis del viento en nuestro puesto, está claro que nada tendrá que ver con la realidad de fuera del bosque hasta nuestra pieza. Es por ello deberemos tener en cuenta el viento en ese tramo y el que pueda haber en el área de nuestro objetivo.
La fuerza o velocidad del viento puede ser segmentada en cinco categorías, basadas en los efectos del mismo sobre el entorno:
Suave, 0 – 5 mph (0 – 8 km/h). El viento apenas se siente, pero si es detectable. Moderado, 6 – 10 mph (10 – 16 km/h). El viento se siente ligeramente en la cara, las ramas y pequeños árboles se mueven. Fresco, 11 – 15 mph (18 – 24 km/h). El viento levanta el polvo, papeles y los restos más ligeros de basura. Las pequeñas ramas de los árboles están en constante movimiento. Fuerte, 16 – 20 mph (26 – 32 km/h). El viento provoca el vaivén de la mayoría de los árboles. Muy fuerte, 21 - +25 mph (34 - +40 km/h). El viento provoca el vaivén de los árboles más grandes y el zumbido en las inmediaciones de cables de alta tensión y líneas telefónicas.
Para referirse a la dirección del viento lo más habitual es utilizar la esfera de un reloj. El tirador se encuentra en el centro de la esfera y se utilizan seis valores que se identifican con diferentes áreas. Estos valores vienen a indicar el peso o influencia del viento en la trayectoria de la bala.
Sin valor (0 o nulo) – Se refiere al viento que sopla a las 6 y a las 12. Este tipo de viento tiene muy poco o ningún efecto sobre el proyectil. Cuarto de valor (0,25) – Corresponde al viento que sopla a 15°, 165°, 95° y 345°. Siguiendo nuestras referencias horarias: a las 12:30, 5:30, 6:30 y 11:30. Este tipo de viento tiene poco efecto sobre la bala debido al ángulo. Medio valor (0,5) – Es cuando el viento sopla desde 1, 5, 7 y 11 en punto, correspondiéndose con 30°, 150°, 210° y 330° respectivamente. Tres cuartos de valor (0,75) – Se corresponde con vientos desde 1:30, 4:30, 7:30 y 10,30 (45°, 135°, 225° y 315°). 9/10 de valor (0,90) – Son vientos que soplan desde las 2, 4, 8 y 10 (65°, 115°, 245° y 295°). Valor completo (1) – Viento lateral soplando desde las 3 o las 9. Esta dirección del viento es la que más influye sobre la trayectoria del proyectil, empujándolo lateralmente con toda su fuerza.
A diferencia de las técnicas de cálculo de la distancia, que pueden ser sustituidas casi al completo por los modernos telémetros, en este caso ante la necesidad de evaluar una variable que no es uniforme en la distancia, las técnicas manuales siguen teniendo un gran importancia para tiradores y cazadores. Entre otras cosas porque algunas de ellas, nos permiten estimar el viento a diferentes distancias, más allá de nuestra posición de tiro.
De un tiempo a esta parte se han popularizado este tipo de dispositivos, que no han sido ajenos al desarrollo tecnológico. Ofrecen de una manera rápida y sencilla una gran cantidad de información sobre las condiciones medioambientales. Incluso últimamente ya poseen conexión con algunos telémetros de gama alta a través de bluetooth, caso por ejemplo del BUSHNELL ELITE 1 MILE CONX que es compatible con las estaciones KESTREL dotadas de ese protocolo de comunicación. De esta manera el telémetro se convierte en una pequeña computadora de tiro, que nos ofrece la corrección teniendo en cuenta no sólo la distancia sino también los datos que le envía la estación. El problema es que los datos de medición que le llegan son de nuestra posición de tiro, que no tienen por qué coincidir con las condiciones de viento de la trayectoria de nuestra bala.
Calculando el viento con una estación meteorológica
El uso de esta técnica es sencillo, simplemente sujetaremos algo como una pequeña pieza de ropa, pañuelo o trozo de papel arrugado a la altura de nuestro hombro y lo dejaremos caer. Nos fijaremos donde toca el suelo por primera vez. A continuación estimaremos el ángulo entre nuestro brazo-cuerpo con respecto al punto de caída. Si por ejemplo estimamos 45 grados, dividiremos ese número por 4, el resultado es 12,5. Este número es la velocidad del viento en mph, 11,25 mph. En el caso de querer conocer el resultado en km/h dividiremos los grados entre 2,5, el resultado serán 18 km/h. Este valor se corresponde con lo que hemos categorizado antes como viento “fresco”.
Este método es útil en un campo de tiro señalizado con banderas o si podemos localizar algún objeto que haga o emule dicha función, como puede ser la ropa tendida. Estos indicadores pueden dar una estimación del viento en las inmediaciones de ese objeto.
La fórmula es exactamente igual a la usada en el método de la caída, la única diferencia es que el ángulo a medir es de la bandera o ropa con respecto al poste. Como en el caso anterior nos serviremos de otro sencillo ejemplo, si el ángulo es de 80° la velocidad será 75/4= 18,5 mph o 75/2,5= 30 km/h. Esta fuerza de viento se corresponde con la categoría “fuerte”.
Banderas y su posición con respecto al mástil delatan la fuerza del viento
Es un método efectivo para calcular la dirección del viento y la fuerza del mismo. La técnica consiste en fijar nuestra atención en un punto medio entre nosotros y el objetivo. Por ejemplo, si nuestra pieza a abatir está a 700 yardas/metros, utilizaremos nuestro visor o telescopio de observación para visualizar un punto cualquiera a 350 yardas/metros. Obviamente habremos dejado de enfocar al objetivo y nos concentraremos en el punto elegido donde observaremos las ondas de calor que emanan del suelo. A continuación trataremos de identificar las ondas de calor con los siguientes patrones para hacer una estimación.
Patrón 1. Muestra la ausencia de viento o de un viento que sopla desde la 6 o las 12 en punto. Es decir un viento sin valor o viento nulo. Patrón 2. Representa como se verían las ondas de calor con un viento de 1 – 3 mph (1,6 – 4,8 km/h). El ángulo que forma con el suelo es de aproximadamente 60° con respecto a la vertical. Patrón 3. En este caso el patrón representa un viento de 4 – 7 mph (6,4 – 11, 2 km/h). Como observamos las líneas forman un ángulo de 45°. Patrón 4. Las ondas de calor forman un ángulo de 90 grados, la velocidad que representa se corresponde con 8-12 mph (12,9 – 19,3 km/h). Por encima de estas velocidades, este método no nos puede ofrecer más información. Si mientras estamos empleando esta técnica vemos que las ondas que estaban formando un ángulo de forma más o menos constante súbitamente comienzan a ascender verticalmente, debemos esperar antes de disparar. Ya que inmediatamente comenzará lo que se conoce como ráfagas de viento racheado, con cambios de dirección intermitentes. Lo recomendable en este caso es detenerse hasta que se produzca una estabilización del viento.
Patrones de referencia de las ondas de calor
Como en el caso de la estimación de la distancia, el calcular la media de es siempre una buena técnica que proporciona una estimación precisa. Algo que es aplicable al cálculo medio de diferentes vientos a diferentes distancias. Vamos a emplear un ejemplo como en los casos anteriores. Si por ejemplo estamos apuntando a un objetivo situado a 700 m y la velocidad del viento entre la posición de tiro y el punto medio (350 m) la estimamos en 13 mph, pero la velocidad cae a 7 mph entre los 350 m y los 700 m. debido a por ejemplo un cinturón de árboles próximo. En términos absolutos el viento total será la media de ambos, es decir Vt=(13+7)/2= 10.
Ahora que tenemos el viento en términos absolutos debemos aplicar el factor de corrección que determina su dirección. Si por ejemplo sopla a las 5 (siguiendo las analogía de la esfera del reloj), tendremos que el viento actúa sobre el proyectil con una fuerza de 10 mph, el resultado de aplicar el factor 0,5 al resultado antes obtenido, 20 mph x 0,5 = 5 mph.
Una última consideración al respecto, cuando estemos efectuando disparos en situaciones con múltiples vientos, deberemos elegir el momento del disparo cuando los vientos se muestran más consistentes. Bien de fuerza constante o calma momentánea, es decir, tenemos que buscar nuestra ventana de oportunidad.
Una vez conocida la velocidad del viento, vamos a ver como se traslada la misma a MOAs en nuestra retícula y por tanto cuanto debemos girar nuestra torreta de deriva. Para ello deberemos convertir la velocidad del viento en MOAs. Como ya hemos explicado en varios artículos una 1 MOA a 100 yardas subtiende un arco de 1,145 pulgadas que para simplificar los cálculo se estima en una pulgada, ese mismo MOA a 100 m se corresponde con 2,9 cm aunque habitualmente se hace coincidir con 3 cm para facilitar los cálculos. A 200 yardas ese mismo MOA subtiende 2” o 6 cm si son 200m, etc. Como bien sabemos estas medidas nos permiten corregir nuestros impactos utilizando los clicks de las torretas.
Una vez conocida la velocidad del viento deberemos convertirla a MOAs empleando la siguiente fórmula: MOAs de Corrección = (Distancia en segmentos de cien metros x Velocidad del viento en mph)/ C. Siendo C una constante que varía dependiendo de la distancia de tiro de acuerdo a los siguientes valores:
Para distancias de 100 a 500 m, C=15. Para una distancia de 600 m, C= 14 Para distancias de 700 – 800 m, C= 13 Para una distancia de 900 m, C= 12 Para una distancia de 1.000 m, C=11
De nuevo vamos a verlo mejor con un par de ejemplos, primero supongamos que nuestro objetivo está situado a 700 m y la velocidad estimada del viento es 11 mph soplando a las 3 de derecha a izquierda. El cálculo quedaría de la siguiente manera: MOAs corrección = (7 x 11)/13 = 5,92 minutes, aproximadamente 6 MOAs. Por tanto deberemos compensar este desplazamiento hacia la izquierda con tantos clicks como sean necesarios a la derecha hasta completar 6. Si nuestra torreta esta graduada en cuartos de MOA, serán 24 clicks a la derecha.
Supongamos ahora que en un momento dado ese mismo viento cambia de dirección y ahora está soplando desde la 1 en punto (30 grados). La ecuación será la misma, nada más que al resultado deberemos corregirlo con el peso o influencia real del viento sobre el proyectil, en este caso 0,5. Por tanto el resultado serán 2,96 MOAs, lo que representará una corrección de 12 clicks.
Lógicamente podremos utilizar la retícula para corregir el disparo sin tener que interactuar con la torreta de deriva, en un proceso que será sin duda más rápido. En este último caso si nuestra retícula está graduada en MOAs deberemos apuntar al objetivo con 2,96 MOAs, en la práctica 3 MOAs desplazados a la derecha, es decir deberemos apuntar con la cruceta de la retícula a la derecha, con el desplazamiento antes citado.
Finalmente y aunque pueda parecer una obviedad, seguro que alguno de nuestros lectores ya lo habrá pensado, hay una técnica que nos puede permitir eliminar los problemas del viento. Esta nos es otra que cambiar nuestra posición siempre que es que es posible, esto lógicamente no será viable en una competición de tiro de F-Class, pero igual sí lo es si estamos recechando una pieza y podemos variar nuestra aproximación a la misma.
Al tomar la dirección del viento gira el anemómetro 90 grados, así el lado del anemómetro esta recibiendo el viento al mismo tiempo que es capaz de ver el impulsor (hélice). Afinar la dirección hasta que el impulsor disminuya su velocidad drásticamente o pare completamente de girar. Una vez haya obtenido la dirección del viento, rote el anemómetro para que la parte trasera quede orientada al viento y capture la velocidad.
NO apunte la parte trasera del anemómetro en el viento para buscar la velocidad más alta con el fin de encontrar la dirección.
Nunca Apunte el Anemómetro hacia el viento hasta que veas la velocidad del viento más alta para encontrar la dirección del viento, Esta es la forma incorrecta de encontrar la dirección del viento.
Ten en cuenta que esto no quiere decir que alguien con experiencia no puede obtener la dirección del viento correcta por hacerlo de una manera diferente. Es simplemente mas fácil de cometer un error. Así que para eliminar esa probabilidad de error, este es el mejor método cuando un anemómetro es todo lo que tienes. Si vas a usar medios naturales, o de tu alrededor para encontrar la dirección del viento, asegurate que sea en tu posición. Usar una bandera que esta a 200 metros o más lejos puede o no puede darte una dirección precisa del viento.
La mejor forma para describir el «Point blank range» (PBR) es con una imagen. En palabras, el PBR se define como el intervalo en el que la trayectoria se mantiene dentro de un área dada del objetivo. Dicho de otra forma, si el objetivo, tiene un área de impacto de 15 cm, el PBR corresponde a toda la distancia que el proyectil puede recorrer sin salirse de ese área de impacto.
El PBR se ve afectado por la altura del visor sobre el eje del cañón. Tener un visor mas alto extendera el PBR por que la bala comenzara más por debajo de la linea de visión, y como resultado se pone en marcha en un ángulo ascendente mayor.
La posición natural de apuntado, en ingles, Natural Point of Aim, es un concepto muy simple pero muy comúnmente mal entendido. Para conseguir una buena posición de disparo necesitamos tener los músculos relajados. Cuando nuestro cuerpo mentalmente percibe retroceso se relajara por un microsegundo. Esta relajación de los músculos puede mover el rifle a la posición natural a la que estaba alineado. Por lo tanto si el tirador esta forzando la posición, incluso un poco, el cuerpo inconscientemente desviara el rifle en el momento del disparo. Por este motivo queremos establecer nuestra posición natural de apuntado.
La forma de comprobar el la posición natural de apuntado es alinear el rifle al blanco, es decir, poner la cruz en el blanco. Mientras estas en la posición, cierra los ojos y haz dos ciclos de respiración. Cuando abras los ojos mira si el punto de mira se a movido del blanco. Si la mira se ha movido, realinear el cuerpo y el arma como si fuerais uno. Un pequeño movimiento se notara mucho en el blanco. El movimiento debe ser de todo el tirador y no de los hombros y/o brazos.
Practicando esta postura se conseguirá cada vez en menos tiempo y también se conseguirá estar cuadrado correctamente detrás del rifle. Utilizando las piernas y moviendo las rodillas, el tirador apuntara el cuerpo y el rifle apuntara al blanco. Esto ayudara a alinear el cuerpo de forma efectiva y rápida en el terreno.
La mejor practica para perfeccionar la posición natural de apuntado es el disparo en seco. Esto mostrara al tirador si la posición es perfecta. Tomándose su tiempo, siempre hacer disparo en seco antes de disparar. Si la retícula se mueve, es una prueba para ajustar la posición ligeramente.
En el grupo de facebook argentino de Tiradores de Larga Distancia se ha comentado sobre la postura de tiro en posición tendido. Miguel G.R., del grupo, comenta lo siguiente, y no le falta razón.
Las posturas militares, son las que nos permita el terreno, habitación, balcón, bajo vehículo, sentado, no se podrán reproducir todas porque muchas veces tendremos que improvisar y tomar una que nunca habíamos ni sospechado. Pero en una posición normal se podrá adoptar la posición en linea, la mayoría de las veces será factible. La posición del sniper, a diferencia del combatiente convencional, es que se prepara con antelación la posición para disponer de toda la ventaja balística, a la vez que cómoda. El cazador no siempre puede, a no ser que sean distancias muy largas en las que hay tiempo también de buscar posiciones dominantes y cómodas. Pero si a posturas militares nos centramos en los tiradores de larga distancia, la posición se puede preparar con tiempo ya que entre dos posiciones, una muy buena pero incómoda, y otra menos buena pero cómoda, si la cómoda garantiza la precisión, se aventaja sobre la otra. Un buen tirador, es capaz de hacer un buen disparo en posturas poco ortodoxas si es necesario. No por ello deba de entrenar siempre de manera poco ortodoxa, sino incluir estos ejercicios en su preparación.
Recordar que hablamos de posición tendido y poco queda añadir al comentario de Miguel, el terreno es el que marca la posición, hay que saber disparar con cada ojo, con la diestra y con la zurda y en algunos casos hay que saber hacerlo en una posición con ángulos casi de 90 grados, por ejemplo para disparar en un pasillo.
En la siguiente imagen podemos ver dos posturas de tiro, pero es el concepto de cada una de ellas lo que nos importa. El tirador de la derecha reposa todo el cuerpo sobre el suelo, incluso los talones, esto hace que ningún movimiento del cuerpo se transmita al arma. En cambio, el tirador de la izquierda tiene las punteras en el suelo, esta postura puede ser mas cómoda pero el talón puede moverse y transmitir el movimiento al cuerpo. Con la tensión muchos músculos de nuestro cuerpo pueden moverse y hacer que en el momento del disparo el arma se mueva.
En el siguiente video de MagPull donde el instructor de tiro Caylen Wojcik explica como conseguir la mejor postura de tiro. Una postura que nos permite un apuntado natural. Natural Point of Aim, que se define donde el arma apoya naturalmente cuando estamos detras de ella. El rifle se convierte en una extension de nuestro cuerpo. Esta postura se puede practicar en casa y haciendo disparos en seco.
Alineamos el rifle con la columna, las piernas tienen que estar completamente apoyadas en el suelo, nuestra cintura también tiene que estar apoyada en el suelo, de forma relajada. Colocaremos los codos de forma que no queden tensionando en la parte de la espalda, la posición de la mira tiene que estar centrada en el blanco con nuestro cuerpo completamente relajado. Una forma de comprobar esto es una vez estamos colocados con nuestro cuerpo relajado cerramos los ojos y los abrimos, del mismo modo que hacemos para asegurarnos que tenemos la carrillera a la altura correcta. Si al abrir los ojos nuestro punto de mira no se a movido de donde estábamos apuntando significa que nuestro rifle ya forma parte de nosotros, como si fuera una extensión mas de nuestro cuerpo. Si por el contrario la mira nos queda a un lado entonces tendremos que mover nuestro cuerpo a un lado o a otro, si nos queda alta o baja ajustaremos con la mano la altura de la culata.
Si el terreno lo permite intentaremos empujar el bípode contra algo, arena, una piedra, muro, algo, de esta forma conseguiremos que el rifle este mas quieto. La forma de acerlo es adelantando un poco el pecho y que el propio peso de nuestro cuerpo empuje el bipode contra donde se apoya.
Un truco para confirmar si el rifle esta bien colocado es una vez tomada la postura soltar las manos del rifle y colocarla como si fuéramos a hacer flexiones, un poco mas avanzado, nos movemos y si el rifle acompaña nuestro movimiento es que esta correctamente sujeto.
Esto es un resumen, lo mejor que veáis el video.
Fuente del artículo en ingles: (Artículo publicado en el número de JUL15 de la revista gratuita Tactical Online)
Fuente del articulo en castellano: tirotactico.net
El tiro con armas de fuego, bien sea en el ámbito del tiro deportivo o en el del combate con armas de fuego, supone lanzar un proyectil o bala a través del aire para que impacte en un blanco o amenaza y lograr unos determinados efectos (mayor puntuación o incapacitación), lo cual representa el campo de estudio de la Balística. La Balística es una ciencia que estudia el mecanismo de deflagración en el cartucho que impulsa la bala, su paso a través del ánima del cañón, las características y comportamiento aerodinámicos del proyectil y el vuelo del mismo, así como los efectos que produce al impactar en un blanco. Esta ciencia tiene un marcado carácter multidisciplinar debido a su complejidad, por lo que para su desarrollo se apoya en otras ciencias como las Matemáticas, la Física y la Química, especialmente en los campos de la termodinámica, la metalurgia, la aerodinámica, la óptica, la electrónica, etc. Cualquier usuario de un arma de fuego tiene que tener ciertos conocimientos sobre Balística, porque esta ciencia es la que nos permite conocer y comprender mejor el tiro y es la que aporta las explicaciones de conceptos tales como el MPBR y, sobre todo, una solución de tiro para alcanzar el blanco.
Por su complejidad, para su estudio la Balística se separa en tres ramas que se definen por el lugar en el que se encuentra el proyectil en cada momento. La Balística Interior (o Interna) comprende el estudio del proyectil, y todo lo que le rodea, mientras éste se encuentra dentro del cañón, desde el momento en el que se percute el cartucho y se inicia la combustión de la pólvora hasta que el proyectil abandona la boca de fuego. La Balística Exterior (o Externa) comprende el estudio del vuelo o trayectoria del proyectil, y todos los factores que le afectan, desde que abandona la boca de fuego hasta que impacta sobre el blanco. Y la Balística Terminal (o de Efectos, o de Heridas) comprende el estudio del proyectil y sus efectos cuando éste impacta sobre el blanco. Para el tema que nos ocupa las explicaciones corresponden a la Balística Exterior, puesto que se trata de un concepto ligado a la trayectoria del proyectil, que será la que determine dónde impacta el proyectil en relación con la puntería.
Uno de los principios básicos del tiro, así como uno de los pilares fundamentales del combate con armas de fuego, radica en la puntería. Sólo los impactos bien colocados en el blanco o amenaza cuentan para el éxito o victoria, lo que equivale, más o menos, a hacer coincidir el Punto de Impacto (PdI), donde impacta el proyectil, con el Punto de Puntería (PdP), donde se pretende que impacte el proyectil. Pero esa coincidencia entre PdP y PdI no se va a producir prácticamente nunca salvo casualidades, entre otras cosas porque ni en condiciones ideales se puede reproducir exactamente la misma trayectoria para dos proyectiles. Son tantos los factores que afectan a la trayectoria de un proyectil que resulta casi imposible que vayan a coincidir “exactamente” el PdI y el PdP, aunque bastará con que los impactos estén suficientemente bien colocados.
Esa pretendida colocación de los impactos (PdI ≈ PdP) se llama exactitud y se define por dos parámetros: precisión y corrección (Precisión + Corrección = Exactitud). Sin entrar en demasiados detalles, la precisión se define en relación inversamente proporcional al tamaño del agrupamiento de los impactos; un menor agrupamiento indica una mayor precisión. La corrección se define como la relación de cercanía entre el PdP y el PdI (o centro de impactos, si se trata de varios impactos); cuanto más próximos entre sí mayor corrección.
Aunque se mantenga fijo el PdP de cada disparo, dos disparos no serán iguales y será la separación entre los PdI la que determine la precisión. Esta precisión va a depender de factores inherentes al arma, a la munición, a las condiciones meteorológicas, etc. además de al tirador, que no podrá mantener fijo el PdP como sí sucede, más o menos, si el arma se trinca fuertemente a una plataforma sólida y estable como puede ser un banco de pruebas. En ese último caso, si se realiza una serie de múltiples disparos, se obtendrá una agrupación o rosa de impactos, a partir de los PdI de cada disparo, que quedará definida por la dispersión de los impactos o separación entre los mismos. Cuanto menor dispersión mayor precisión del arma. Normalmente la precisión se mide en forma de desvío angular medido en minutos de ángulo [Minute Of Angle (MOA)], medida que es independiente de la distancia al blanco, o en forma de dispersión medida en centímetros, medida que es dependiente de la distancia al blanco. 1 MOA equivale aproximadamente (1’047) a 1 pulgada a 100 yardas, aproximadamente 3 cm. (2’91 cm.) a 100 m., 1’5 cm. a 50 m., 0’7 cm. a 25 m., 0’3 cm. a 10 m., 6 cm. a 200 m, 9 cm. a 300 m., etc.
Aunque no imprescindible, para todo tirador resulta interesante conocer la precisión que cabe esperar de la combinación arma-munición de tal forma que sepa a qué atenerse y no le pida peras al olmo. En el caso de un fusil de asalto normal en calibre 5’56 OTAN con munición normal cabe esperar una precisión de 3-4 MOA, es decir, 8’7-11’6 cm. a 100 m., 17’4-23’3 cm. a 200 m. En el caso de una pistola normal en calibre 9 Luger con munición normal cabe esperar una precisión de 7-8 MOA, es decir, 2-2’3 cm. a 10 m., 5’1-5’8 cm. a 25 m., 10’2-11’6 cm. a 50 m. A esas cifras habría que añadir el detrimento de la precisión debido al tirador, lo que puede aumentar los números sustancialmente. Asimismo, cabe esperar que cada impacto se desvíe la mitad de las cifras anteriores respecto al centro de impactos de una agrupación o rosa de impactos, el cual habría de coincidir con el PdP. De esta forma, resulta perfectamente normal esperar que los impactos se desvíen respecto al PdP (desvío probable) 5 cm. a 100 m. o 10 cm. a 200 m. en el caso de un fusil de asalto normal y 1 cm. a 10 m., 2’5 cm. a 25 m., 5 cm. a 50 m. en el caso de una pistola.
En lo que respecta a la corrección, segunda parte de la exactitud del disparo, ésta depende de la puntería y de su conocimiento, de tal forma que se logre llevar el PdI lo más próximo al PdP, entendido como el lugar donde se pretende que vayan los impactos, bien introduciendo correcciones en los elementos de puntería o corrigiendo el tiro sobre la marcha alterando el punto al que apuntan los elementos de puntería. La corrección de los impactos va a depender directamente de la trayectoria del proyectil, que se define básicamente por los datos de tiro (deriva y elevación) y la velocidad inicial del proyectil. Teniendo en cuenta que la velocidad inicial del proyectil depende de la combinación arma-munición, que no se puede manipular en el momento del disparo, el tirador actuará sobre la puntería para ajustar la elevación y deriva del arma e intentar llevar el disparo al punto deseado. Para intentar predecir dónde irá el impacto es necesario conocer la trayectoria que describe un proyectil, antes de pasar a definir por fin el MPBR o alcance máximo de impacto en el blanco.
En el caso de disparar un proyectil en el espacio (en el vacío y en ausencia de gravedad) éste describiría una trayectoria rectilínea. La existencia de gravedad en la superficie de la Tierra supone que el proyectil describa una trayectoria parabólica, que será simétrica en el vacío (debido a la ausencia de rozamiento con el aire) y asimétrica en la atmósfera terrestre (debido al rozamiento con el aire que frena el avance del proyectil). El ángulo de elevación y la velocidad inicial del proyectil principalmente determinan la forma de la trayectoria, así como otros factores tales como la resistencia al avance del proyectil que viene determinada por el coeficiente balístico (cuanto más cerca de 1 o más menor resistencia al avance).
En el hipotético caso de una trayectoria parabólica simétrica, la altura máxima que alcanza el proyectil se encontraría en su punto medio (a mitad del alcance máximo) y el alcance máximo se obtendría con un ángulo de elevación de 45º. Pero en el mundo real, con atmósfera, al ser asimétrica la trayectoria esta altura máxima se encuentra aproximadamente a los dos tercios del alcance máximo, de forma que la rama ascendente de la trayectoria es más prolongada que la rama descendente, y el alcance máximo se obtendría aproximadamente con un ángulo de elevación de 50º.
Mientras que la trayectoria del proyectil tiene la forma de una parábola asimétrica la línea de puntería es una recta que queda determinada por la alineación de los elementos de puntería. Ambas líneas, la trayectoria del proyectil y la línea de puntería, guardan una relación entre sí que determina la relación entre el PdP y el PdI y que varía con la distancia a la boca de fuego.
En el caso de un fusil o pistola la boca de fuego se encuentra por debajo de la línea de puntería, que será más o menos horizontal. En virtud del ángulo de tiro, definido por el ángulo de elevación del cañón del arma, normalmente la trayectoria del proyectil cortará la línea de puntería en dos ocasiones, en dos puntos diferentes, uno en la rama ascendente y otro en la rama descendente de la trayectoria, salvo que dicho punto coincida con la altura máxima de la trayectoria, en cuyo caso habrá un único punto de corte.
Teniendo esto en cuenta se pueden deducir varias cosas. En el momento de abandonar el cañón (a 0 m. de la boca de fuego) el PdI se encuentra por debajo del PdP. Pasada una cierta distancia se produce el primer corte entre la trayectoria y la línea de puntería (PdP = PdI). Más allá de dicho primer punto de corte el PdI sube con la distancia hasta llegar a los dos tercios de la trayectoria cuando el PdI se encontrará a la altura máxima. A partir de ahí el PdI empieza a caer con la distancia hasta que vuelve a cortar la línea de puntería (PdP = PdI). Más allá de dicha distancia el PdI continúa cayendo por debajo de la línea de puntería. A esas dos distancias a las que la trayectoria del proyectil corta la línea de puntería y, por tanto, el punto de puntería (PdP) coincide con el punto de impacto (PdI), es a las distancias a las que se colima, ajusta o pone a cero un arma (zero en inglés, supongo que porque la separación entre el PdP y el PdI es cero al coincidir ambos poco más o menos). Únicamente a esas dos distancias a las que se encuentran esos dos puntos de corte coincidirán el PdP y el PdI, que se irán separando a medida que varíe la distancia, lo que afectará irremediablemente a la corrección del tiro, salvo que se apliquen correcciones según la distancia, o bien compensando el lugar al que se apunta o bien ajustando los elementos de puntería con la distancia. En ambos casos habrá que saber la distancia a la que se está disparando así como las variaciones del PdI respecto al PdP, lo cual ni es fácil, ni es rápido, ni resulta realmente necesario si se tiene en cuenta el MPBR y se colima el arma a la distancia correspondiente.
Suponiendo que la velocidad inicial del proyectil es prácticamente constante para un mismo arma y munición, las trayectorias posibles del proyectil serán infinitas según el ángulo de elevación del arma, que determinará también el alcance máximo. Con un arma de fuego no se busca aquella trayectoria que ofrezca el máximo alcance sino aquella que ofrezca una mayor eficacia. Para evitar grandes variaciones entre el PdP y el PdI según la distancia al blanco o amenaza, y así intentar asegurar que el impacto se produce en la zona deseada sin tener que realizar ajustes sobre la marcha, se busca una trayectoria lo más plana y larga posible, es decir, que su altura máxima no exceda del límite superior de la zona de impacto deseada cuando el PdP se sitúa en el centro de dicha zona y que proporcione el mayor alcance posible antes de que el proyectil caiga por debajo del límite inferior de la zona de impacto deseada cuando el PdP se sitúa en el centro de dicha zona. Esa trayectoria se corresponderá con el MPBR o alcance máximo de impacto en el blanco, ya que mientras el PdP se mantenga en el centro de la zona de impacto deseada el PdI no estará más de una determinada distancia por arriba o por debajo del PdP.
Aunque la trayectoria correspondiente al MPBR o alcance máximo de impacto en el blanco podría calcularse experimentalmente, normalmente se calcula introduciendo los datos relativos a la munición (velocidad inicial del proyectil, coeficiente balístico, peso del proyectil, etc.), junto con el radio de la zona de impacto (que coincidirá con la altura máxima de la trayectoria), en un software balístico. Otro dato necesario para los cálculos es la altura de la línea de puntería respecto a la línea de tiro, que hará que varíen los resultados. El resultado obtenido indica el MPBR así como la variación del PdI respecto al PdP con la distancia y aquellas distancias (normalmente dos, una en la rama ascendente y otra en la rama descendente) a las que coinciden el PdI y el PdP, que serán las distancias a las que colimar el arma.
En el caso de un fusil de asalto normal en calibre 5’56 OTAN con munición normal la distancia de colimación más habitual y recomendada es la 50/200, que sin coincidir exactamente se acerca más o menos a la distancia de colimación para el MPBR. Como se aprecia en la imagen, para el fusil de asalto HK G36 con la munición SS109 (estándar OTAN), el MPBR es de 222 m. para una zona de impacto con un radio de 4 cm. (PdI ≈ -4 cm.) y la distancia de colimación exacta sería de 196 m. (PdI ≈ PdP). Con esos datos, a 50 m. de la boca de fuego el PdI se encontraría 0’1 cm. por debajo del PdP y a 200 m. 0’5 cm. por debajo, es decir, a 50 y 200 m. prácticamente coinciden el PdI y el PdP, de ahí la denominación 50/200 para esta colimación que se acerca bastante a la del MPBR. Esta distancia de colimación permite aprovechar de forma óptima y eficaz la capacidad del fusil y su munición, ya que el tirador no ha de preocuparse de la distancia al blanco y sólo ha de apuntar al centro de la zona de impactos deseada para que el PdI se encuentre no más de 4 cm. por encima o por debajo del PdP. Además, la munición SS109 pierde eficacia al perder velocidad debido a su menor fragmentación, que empieza a ser notable a partir de los 200 m.
A decir verdad, existe una primera parte de la trayectoria en la que el proyectil se encuentra fuera de la zona de impacto, por debajo de los 4 cm. de su borde inferior, ya que en el caso del HK G36 la altura de la línea de puntería respecto a la línea de tiro (eje del cañón) es de 7 cm. De esta forma, hasta pasados aproximadamente los primeros 20 m. de la trayectoria desde la boca de fuego, el PdI se encuentra más de 4 cm. por debajo del PdP. Esto habrá de ser tenido en cuenta por el tirador en el caso de necesitar un impacto más exacto, como puede ser cuando se requiera una incapacitación inmediata de una amenaza, mediante la colocación del impacto sobre el hipotálamo. Entonces tendrá que corregir el tiro sobre la marcha apuntando más alto, aproximadamente en la línea de separación del pelo y la frente.
En el caso de una pistola normal en calibre 9 Luger con munición normal el MPBR es de poco menos de 100 m. para una zona de impacto con un radio de 7’5 cm. (PdI ≈ -7’5 cm.) y las distancias a las que el PdI coincide con el PdP es de poco más de 6-7 m. en la rama ascendente y unos 75 m. en la rama descendente de la trayectoria. Sin embargo, la distancia de colimación más habitual con pistola es de 25 m., distancia a la que el PdI se encontrará unos 5 cm. por encima del PdP. De esta forma, sobre un blanco de tiro de precisión, como puede ser el blanco NRA B-8, al apuntar a la base del círculo negro los impactos se encontrarían en la zona central correspondiente al 10. La conclusión más evidente de estos datos es que no es necesario disparar alto para batir un blanco hasta una distancia de casi 100 m. Es más, a 50 m. el PdI se encuentra a unos 7 cm. por encima del PdP, así que habría que apuntar bajo, y no alto como se podría pensar inicialmente si se considera que el proyectil empieza a caer antes de lo que realmente lo hace. Esto se puede comprobar fácilmente de forma experimental en el campo de tiro.
Por otra parte, al trasladar a la realidad los datos obtenidos con el cálculo del MPBR no sólo habrá que tener en cuenta el radio de la zona de impactos utilizado en dicho cálculo (4 cm. en el caso del fusil y 7’5 cm. en el caso de la pistola) sino también la precisión de la combinación arma-munición de la que hablábamos al principio. De esta forma, al hipotético PdI hay que añadir un posible desvío de 5 cm. a 100 m. o 10 cm. a 200 m. en el caso de un fusil de asalto y 1 cm. a 10 m., 2’5 cm. a 25 m. o 5 cm. a 50 m. en el caso de una pistola. No obstante, en el combate con armas de fuego, si se considera como la zona de impactos deseada un círculo de 20 cm. de diámetro (centro de masas de una amenaza), el PdI se encontraría dentro de dicha zona mientras el PdP se encuentre en su centro.
En conclusión, y para finalizar, la balística exterior, y más concretamente la trayectoria del proyectil, va a determinar algunas cuestiones de las que el tirador ha de ser consciente, como la relación entre el PdP y el PdI, la distancia de colimación y el MPBR.